Poema mexicano pre-colombino


Toda la tierra es una sepultura y nada escapa de ella, nada es tan perfecto que no descienda a su tumba. Ríos, riachuelo, fuentes y flujos de agua, pero nunca regresan a su alegre comienzo; ansiosamente aceleran en el vasto reino de la lluvia de dios. Según amplian sus bancos, también forman la urna de arena de su entierro.

Llenados son los intestinos de la tierra con polvo pestilente una vez carne y hueso, una vez cuerpo animado de hombre quien se sentó en tronos, decidió casos, precidió en consejos, comando armadas, conquistó provincias, poseyó tesoros, destruyó templos, se regocijó en su orgullo, majestad, fortuna, alabanza y poder. Las glorias han desaparecido, justo como el miedoso humo desvanece ese eructo de los fuegos infernales del Popocatepetl. Nada los recuerda sino las hojas escritas.

COYOTE-HAMBRIENTO (NEZAHUALCOYOTL)
Rey de Texcoco (1431-72)

Texcoco es ahora parte del estado de México.

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