El pelo era áspero, negro y lacio. Los hombres usualmente lo usaban cortado con un fleco en la frente y lo dejaban crecer al nivel del cuello; pero lo sacerdotes tenían su propio estilo de corte de pelo y los guerreros usaban colas de caballo y varios tipos de escalpe cerradura. Las mujeres se dejaban pelo largo. Normalmente lo usaban suelto, pero en días de fiesta lo ataban con listones. Un tocado más elaborado era creado atando el pelo en dos trenzas la cuales eran enrolladas en la cabeza con las puntas proyectandose como dos cuernos arriba de las cejas.
El pelo en la cara no era considerado grato, pero la naturaleza ayudó dotando a los hombres de una magra barba. Asi que rasurarse no era necesario, el pelo facial era arrancado con pinzas y como una ayuda extra para un buen parecido, las madres Aztecas aplicaban paños calientes a sus hijos para sofocar los folículos e inhibir el crecimiento de las patillas. Sólo los hombres viejos y distinguidos (quienes podían ignorar las modas) usaban barba y esta era delgada y espigada.
Mujeres y hombres tenían gran poder de resistencia y desde la niñez la gente ordinaria estaba acostumbrada al duro trabajo físico. Aún las mujeres estaban acostumbradas a caminar grandes distancias, siguiendo a los hombres, llevando una parte de la carga y también al bebé más joven. La gente de importancia se enorgullecía de su comportamiento y siempre se trataba de mover con gracia, acompañando su conversación con gestos de dignidad y asumiendo una expresión apropiada para la ocasión.
Aqui hay una descripción española del siglo 17: